El principio central del desarrollo sostenible reside en la coexistencia armoniosa entre la humanidad y el medio ambiente. Adoptar materiales degradables facilita la reducción del consumo de recursos naturales y minimiza el daño ambiental. A través de tales iniciativas, promovemos activamente la utilización sostenible de los recursos y fomentamos el desarrollo saludable de los ecosistemas, alineándonos con nuestro compromiso con la gestión ambiental.